Recientemente, fue lanzado como un globo a la opinión, la posibilidad de que el gobierno colombiano, flexibilizara la regla fiscal del país para atender los gastos y planes propuestos por el gobierno.
No es la primera vez que se propone y me temo que no la será la última, pues gastar de más y pensar en el presente financiero o en un futuro muy inmediato, es la tentación de personas, empresas y estados. La respuesta al cuestionamiento disyuntivo entre gastar más hoy y prever siempre será equilibrio.
¿Para qué gastas?
¿Qué esperas recibir de ese gasto?
¿Qué implicaciones tiene en el presente?
¿Cuáles implicaciones tendrá en el futuro?
Serán preguntas que debes hacerte para decidir.
El estado colombiano con la Ley 1473 de 2011 estableció la regla fiscal norma autoimpuesta, aunque recomendada por la CEPAL (Comisión Económica Para América Latina y el Caribe y la OCDE (Organización Para la Cooperación y el Desarrollo Económico) que pretende la sostenibilidad, salud y balance le llamó yo-de las finanzas públicas y es bastante aplicable a las finanzas personales y empresariales: el mantra es: “gasto y me endeudo en una proporción relacionada con mi ingreso”
En Colombia la deuda fiscal no puede ser superior al 71% del PIB y el piso de la deuda no inferior al 55% del PIB – la deuda actual es del 56% al 57% del PIB. Dicho lo anterior cómo en todo cálculo administrativo básico: los gastos fijos de funcionamiento y las obligaciones permanentes del presupuesto: salud, educación, defensa, inversión, servicio de la deuda, etc. deben ser coherentes con el ingreso -Producto Interno Bruto-y dentro del límite porcentual calculado.
Cómo verán no es distinto para quien administra una casa, una empresa o su propio salario o renta, cada uno deberá establecer su regla de gasto y endeudamiento y tener autodisciplina y control para seguirla y no dejarse llevar por impulsos llevados por la inmediatez.
Lo que no es lo mismo, es el impacto de un desbalance en las finanzas de un estado, con todas sus responsabilidades e implicaciones con el colectivo, comparada con la una persona. Así como tampoco es comparable la responsabilidad de decisión de una empresa frente a los stakeholders (empleados, proveedores, accionistas, clientes, entorno). Persona, empresa, estado, el desbalance afecta a todo el sistema. La regla fiscal o control al gasto pretende aportar él equilibro.
Claro es entonces que el balance en el manejo financiero es esencial para el bienestar personal, empresarial y colectivo. Dicho a lo anterior, debemos tener la formación académica y la inteligencia emocional y el análisis del contexto para, discernir y tomar una decisión de tan alto impacto.
¿Colombia ha relajado su regla fiscal con anterioridad? Si en el 2021, dentro del marco de la pandemia y atendiendo a dos causas, la reducción de los ingresos fiscales por el contexto COVID-19 y al aumento del gasto dentro del mismo contexto. Allí vemos un ejemplo de causa suficiente, contexto, necesidad. Pero además de relajarla, se comprometió en los años siguientes a superar el déficit fiscal del periodo.
Entonces, no es suficiente que nos digan que si lo hacen van a dar beneficios, subsidios inmediatos, sino que es necesario saber si ese endeudamiento va a tener un retorno financiero en bienestar colectivo que confirme la razón del ser del estado de garantizar el duradero y estable bienestar general.
Si eres empresa o persona, esa regla de disciplina de gasto te permitirá proyectarte, apalancar tus objetivos y tener estabilidad para llevarlos a cabo e igualmente seguir atendiendo tu existencia presente y de los que dependen de ello.
Otro enfoque, y el que a mí me parece más importante aún, es que si la correlación es ingreso-endeudamiento-gasto. Ya seas estado, persona o empresa preguntarte ¿Qué hacer para incrementar el ingreso?
Sí, es el ingreso el que permitirá correlativamente gastar más y endeudarse más y dar más bienestar.
¿Cómo crear, e incentivar el aumento de ingreso?
Quiero leer tu opinión, escríbeme a: conecta@nnrestudiolegal.com
Natalia Name Restrepo










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